En los próximos días, Marín volverá a encarar una gira junto a su vicepresidente Ejecutivo de Gas y Energía, Santiago Martínez Tanoira, para atraer posibles clientes en Italia, Hungría, Alemania e Inglaterra.
Una vez cerrados los contratos de oferta y demanda, que podrían estar para fin de año, llegará el tiempo de buscar financiamiento con bancos internacionales y fondos de inversión. Según explica Marín, el "riesgo financiero" es del proyecto -project finance; por ende, de la credibilidad de lograr o no cumplir con el abastecimiento y la compra del gas- y no de las compañías.
El proyecto está estructurado en tres etapas:
- Las primeras dos son con barcos flotantes de licuefacción (FLNG, floating liquefied natural gas) que tengan una capacidad cercana a los 20 millones de m3 diarios (MMm3/d) cada uno.
- La tercera es con una planta en tierra -onshore- por 40 MMm3/d, para completar exportaciones de GNL por el equivalente a 120 millones de m3 diarios de gas natural a partir de 2031, unos US$ 15.000 millones por año.
La producción de gas de la Argentina promedia los 140 MMm3/d y llegó a un pico de 150 MMm3/d este invierno, por lo que el proyecto implica casi duplicar la actual extracción del fluido en apenas 7 años.
Por eso, en la primera etapa YPF se podría sumar como socio de Pan American Energy (PAE), que se anticipó a todos y ya anunció junto a la noruega Golar que traerá un barco flotante para exportar desde 2027 unos 11,5 MMm3/d en verano y primavera.
La empresa de los Bulgheroni aprovechará capacidad ociosa del Gasoducto San Martín y podría cerrar un acuerdo con la británica Harbour Energy, que este mes tomó las operaciones de la alemana Wintershall Dea a nivel mundial.
PAE y Harbour son socios junto a Total en el consorcio Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1), que la semana pasada arrancó con la producción de la plataforma offshore -costa afuera- Fénix, con una capacidad inicial de 1,5 MMm3/d, que irá creciendo hasta los 5 MMm3/d en los próximos días y a un pico de 10 MMm3/d desde enero 2025.
Recientemente Golar anunció que invertirá hasta US$ 2.200 millones en desarrollar otra barcaza de licuefacción de gas, que podría ser la que destine a la Argentina.
La experiencia previa de YPF
YPF ya había tenido una breve experiencia como exportador de gas licuado. Fue entre 2019 y 2020, cuando contrató a una barcaza de la compañía belga Exmar, un acuerdo que canceló su ex presidente, Guillermo Nielsen, en medio de la pandemia por los bajos precios internacionales del gas.
Le permitía vender unos 2,5 millones de m3 cada mes y medio, lo que generó una pérdida cercana a los US$ 250 millones.
Gabriela Aguilar, gerente General de Excelerate Energy para Argentina y Brasil, apuntó en AmCham que "en nuestro país, debemos construir los consensos en pos de la planificación para la seguridad energética, que nos permita cubrir nuestras necesidades crecientes de energía y, a la vez, proyectar exportaciones de largo plazo a la región y al mundo". "No una cosa o la otra; es una mirada integral de factores interconectados", agregó.